Nombre común: Conocido en el mundo de la acuariofilia como “Eduardi”, “Pseudotropheus pindani” o “Pseudotropheus eduardoi”, este pez es un verdadero espectáculo de la naturaleza. Se cree que esta especie única ha surgido en las profundidades del lago Malawi, a través de la hibridación de otras especies. Estas fueron trasladadas desde otros arrecifes con el objetivo de tenerlas más cerca para realizar las exportaciones.
Clasificación: Este pez pertenece al orden Perciformes, clase Actinoptergii (Actinopterígios), familia Cichlidae (Cíclidos) y subfamilia Pseudocrenilabrinae (Pseudocrenilábridos).
Biotopo: A diferencia de la gran mayoría de los M’bunas, este cíclido prefiere vivir en la arena, aunque siempre cerca de donde termina la pared rocosa. Su principal escondite es la arena del final del acantilado. Sin embargo, también se han descrito colonias en las paredes rocosas y algunas otras que establecen su territorio en ambos ambientes. Se los encuentra entre los 4 y los 10 metros de profundidad donde el agua es clara.
Distribución: Este pez es originario del lago Malawi, solo en la zona central este, entre Cóube y Tumbi Point.
Forma y coloración: Posee una forma fusiforme y alargada, no muy robusta, con una cabeza grande. Su coloración es de un azul claro, con reflejos azul intenso. Poseen una característica línea negra o azul muy oscura que recorre la aleta dorsal, aunque existe una variedad proveniente de N’kolonwgue que no las posee. Se destaca en algunos ejemplares una fina línea blanca por debajo de la línea oscura antes citada. Las aletas pélvicas, anales y caudal pueden tener también una línea negra.
Tamaño y diferencias sexuales: Alcanza los 12 cm. El macho es más grande usualmente por un par de centímetros en edad adulta. Es más corpulento, más ancho, con aletas más alargadas y generalmente también cuentan con mayor número de ocelos. De todas formas es un pez difícil de sexar.
Temperatura y agua: Prefiere temperaturas de 25°C a 27°C. El pH del agua debe estar entre 7.8 a 8.6; KH de 6ºd a 10ºd; GH de 8ºd a 15ºd.
Acuario: Recomendamos un acuario a partir de 200 litros. En cautiverio se acentúa la agresividad y territorialidad que no tienen en la naturaleza, aunque tampoco es de los M’bunas más territoriales. Debe estar acompañado recomendablemente sólo con otros M’bunas. El diseño del acuario debe contar con abundantes rocas apiladas unas sobre otras junto a la pared posterior del acuario formando cuevas para que puedan establecer su territorio. La grava debe ser de una granulometría media y ocupar la mitad del piso del acuario. La otra mitad debería estar ocupada por la pared rocosa. La filtración debe ser muy abundante, tanto biológica como mecánica ya que estos peces tienen un metabolismo muy alto y producen gran cantidad de desechos. De todas formas, son peces bastante tolerantes en cuanto a los niveles de nitratos.
Alimentación: Necesita mucho aporte vegetal. Espirulina, algas (Nori) y demás alimentos comerciales con proteína vegetal deberían ser la base alimenticia. Como alimento vivo, la daphnia o artemia son buenas alternativas pero en bajas cantidades. Suelen alimentarse muy bien de las algas que crecen en las piedras del acuario. No se recomiendan bajo ningún concepto las comidas para cíclidos americanos ya que estas poseen gran cantidad de proteínas animales y grasas en su composición que suelen ocluir sus largos intestinos preparados para absorber nutrientes de alimentos vegetales bastante pobres en proteínas.
Comportamiento: El usual de la mayoría de los M’bunas. Pasa la mayor parte del tiempo defendiendo su territorio de sus potenciales competidores, incluidas las hembras de su propia especie, a las que solo aceptará cuando está en celo. El macho dominante tendrá un territorio amplio, usualmente cerca de la arena para poder excavar grandes agujeros en la grava. Las peleas son frecuentes tanto intra como ínterespecíficas pero sin consecuencias graves. Siempre teniendo en cuenta que estos peces necesitan un acuario con muchas rocas para desarrollarse. Suelen roer las rocas en busca de algas y pequeños invertebrados. En la naturaleza, su poca agresividad les permite a los machos tomar territorios a sólo 30 cm entre sí, mientras que hembras y machos dominados o juveniles suelen nadar en grupos de hasta 20 ejemplares.
Reproducción: No es difícil. Como todo M’buna, es polígamo y utilizan la incubación bucal materna como estrategia. Utilizan el método de la “T” durante el cortejo que el macho propone insistentemente vibrando frente a la hembra. Cuando ésta finalmente lo acepta, empezarán las persecuciones en círculos, momento en el cual la hembra introduce los huevos fecundados en su boca. Una vez allí, los huevos permanecen en la parte inferior de ésta, abultando cada vez más una especie de bolsa en el cuello de la hembra. Los huevos eclosionan al cabo de un par de días y transcurridos los 20 días la madre los deja libres entre las rocas.
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